La incapacidad de adaptación puede provocar un profundo problema de autoestima, derivando en el peor de los casos en tener deseos de no existir (pensamientos de suicidio) o en comportamientos de evasión (como la adicción al alcohol o las drogas).
Acumulamos frustración por no poder ser nosotros mismos, Ira y Tristeza con las que nos dañamos a nosotros mismos de diferentes maneras.
En muchas ocasiones, deseamos estar sol@s porque ya no sabemos ni quiénes somos en realidad de tanto interpretar. Puede que estés cansad@ y aburrid@. Además el sentirse solo en la vida produce la sensación de miedo constante que en la edad adulta lo traducimos como ansiedad. Y en realidad es lógico porque si recuerdas tradicionalmente nuestra especie no sobrevivía si no estaba en manada, por lo cual es normal que inconscientemente nos sintamos en peligro en situaciones de soledad. Pero no es real.
En la alimentación, la emocionalidad inestable se ve también reflejada. O comes compulsivamente para ganar peso y protegerte con la grasa acumulada. De este modo, lo que no haces de palabra (Poner Límites), tu cuerpo lo lleva a cabo con sobrepeso. O tienes falta de apetito porque o tienes ganas de morir o te preparas para estar listo para huir en cualquier momento.
Definitivamente, estas sensaciones desaparecerían si te procuraras una vida que merezca ser vivida. Pero, para ello, se requiere tomar decisiones y asumir las consecuencias. Que otros decidan por ti te sume en la más profunda desesperación.
Al nacer, los niños somos obligados por el sistema a normalizar nuestra visión acorde a ciegos que no ven.
De niños, nos fue impuesta una visión del mundo pero, de adultos, lo elegimos por omisión de decisión.»