“Secretos familiares que nos atontan porque en la oscuridad no se puede ver.
Padres zombis que nos trasmiten sus inconsciencias porque no han vivido su verdadero destino.
Los Traumas que nos desconectan de la realidad porque el estrés postraumático provoca que huyamos de la vida y no percibamos el presente.
El famoso karma de otras vidas asociado a la culpa que nos obliga a coger las cargas familiares.
El miedo porque esta emoción anula nuestra intuición, distorsiona la percepción de la realidad y atrae a nuestra vida todo aquello que tememos para afrontarlo.
Un Ego narcisista porque sólo se percibe a sí mismo y proyecta.”
A la hora de adentrarnos en nuestro interior, la sensación es como si estuviéramos quitando capas y al final durante el proceso de sanación siempre aparece esta pregunta:
¿Por qué sanando la infancia sanamos el presente?
La respuesta es porque sanamos el karma de otras vidas y superamos los actos reactivos e impulsivos no útiles. Por ejemplo, “Mi madre no me amó y yo de adulto no me cuido”; “Mi padre no me reconoció y ahora yo me esfuerzo por almacenar bienes materiales que me hagan sentir valorado.”
Hacer el papel de “mami”, de “ejecutivo”, de “buen amigo”,… provoca que no seas tú mismo sino que te adaptes a un rol. Así, pierdes tu autenticidad.
En la gestación y de 0 a 7 años, establecemos la estructura inconsciente de la personalidad y el resto de la vida es una repetición inconsciente de la niñez. Madurar significa modificar la información que nos bloquea y que se introdujo en esa época. Despertar consiste en definitiva en descondicionarnos de los patrones heredados. Esta es una de las razones de por qué la terapia regresiva nos devuelve la capacidad de ser libres y co-crear, porque nos libera de nuestro pasado y del karma a través de la elevación del nivel de conciencia.
La situación de indefensión de un bebé nos deja expuestos a nuestras “víctimas“ pasadas. Este razonamiento no exculpa a las personas que generan el dolor. Simplemente, explica un mecanismo que utiliza la energía con la finalidad de:
– comprender y superar la dualidad (“ahora te daño yo”, “mañana me dañas tú”);
– eliminar el karma, la deuda pendiente;
– y entender que todo lo que le haces al Otro te lo haces a ti porque descubres, a través de una nueva NeoConciencia® unificada en la que “Todos somos uno”.