1. Normalidad patológica. Cuando te acostumbras a una situación que no te gusta y llegas a convencerte de que es lo mejor para ti. Por ejemplo, estar obeso y dices sentirte feliz; tener candidiasis o infecciones de orina y declarar que tienes una vida sexual satisfactoria; fumar y afirmar que tienes una vida plena; hacer publicaciones de fotos en las redes sociales en los que parecéis una familia feliz y sin embargo no mantienes relaciones sexuales con tu pareja o incluso dormís en camas separadas;
2. Psicopatía compartida: Cuando tenemos ideas aceptadas por la sociedad o por nuestro linaje pero nos hacen infelices y nos alejan de nuestra verdad. Por ejemplo, nazco en una familia del Opus Dei y creo que el sexo es sucio; o priorizo el estatus y el trabajo y no disfruto del tiempo con mi familia. La sociedad actual parece fomentar que pensemos que la prioridad está en conseguir ciertas cosas materiales y que eso será lo que nos hará felices hasta que te enamoras de alguien y valoras más el tiempo con esa persona.
3. Ego asimétrico. Cuando o no sabes quién eres y pasas desapercibido (hipoego) o eclipsas con tu presencia no dejando espacio a los demás (hiperego).
En el fondo, hay un problema de no amarse a uno mismo, de creer que eres según lo que piensen los demás de ti. El regalo de descodificar nuestra infancia o nuestro inconsciente es la evolución, nos ayuda a sentirnos más plenos y a tener más herramientas para adaptarnos a la vida, y, sobre todo, nos conecta con nuestra capacidad de co-crear la realidad.