Es fácil adquirir la creencia de que el mundo es de quien se adapta (Idea de Maslow) y sentirse obligado a aceptar el sistema en el que vives. Sin embargo, ¿qué sentido tiene seguir lo que inevitablemente te dirige hacia el estrés, la frustración y, finalmente, los síntomas?
Vamos contra natura. El Universo está construido en base a ciclos, con un inicio y un fin; y nuestra naturaleza humana implica cambio y renovación continuos.
Siempre se repite… Un principio, un final y una renovación.
Si el Universo es cambio en esencia, ¿por qué tanta resistencia a modificar aquello que nos hace enfermar?»
Para que tu vida sea equilibrada, requiere de una adaptación a quién eres, con independencia de las etiquetas que lleves («el hijo rebelde», «el marido tarjeta de crédito», «el trabajador modélico», «el amigo fiel»,… ).
Cuando recuerdas tu unicidad, no te sirve cualquier cosa. Ya no te conformas porque sabes lo que te mereces. Y el mundo pasa a ser de los que saben lo que desean desde el corazón, sin el ego de ser para obtener.