Con relativa frecuencia he escuchado este verano a personas molestas por el hecho de que les pregunten sobre por qué no tienen pareja. Alegan que no la tienen porque no han encontrado a nadie que les merezca la pena. Y yo, que sólo escucho, me quedo pensativa porque ese razonamiento no cuadra con la Ley de Resonancia que dice que “atraemos lo que somos”.
Si te consideras espiritual, no te mientas y usa tus conocimientos a tu favor:
Admite que aún tienes heridas internas que atraen a tu vida algo no sanado del pasado.
Reconoce que tienes multitud de miedos dentro de ti que atraen aquello que no quieres revivir. Sí, he dicho: Revivir porque, sin darte cuenta, estás atrayendo escenarios que ya experimentaste en tu pasado.
Tienes miedo…
… a no gustar (al rechazo) y te fijas en personas que no te corresponden.
… al abandono y escoges a personas que no pasan tiempo contigo.
… a la traición o al engaño y eliges a quien te será infiel.
… a mostrarte vulnerable lo que hará que seas dañad@.
… a perder el amor una vez encontrado, aunque lamento decirte que el desapego es una premisa a aprender para poder amar.
Acepta que te cuesta recibir gestos de amor porque no te sientes merecedor@ porque, en el fondo, no te valoras.
Reconoce que dejas de ser tú mism@ en pareja porque seleccionas a personas que te anulan y eso te hace vivir desilusionad@, triste o frustrad@.
¿Quién es el responsable de todo ello y en quién está el poder de cambiarlo?
Cuando no te haces responsable de tu falta de pareja, rechazas la plenitud y decides inconscientemente que no quieres enfrentarte a tus heridas.
Para amar, se requiere ser valiente y tener ganas de sanar.
En el amor real, uno no deja de Ser para complacer al otro. Al final, la pareja es un mecanismo para evolucionar hacia el equilibrio y cuando dos seres se fusionan, dejan de Ser para convertirse en otra cosa, algo más grande, parte de la energía del Universo.
Totalmente de acuerdo en lo expuesto
Aún hay trabajo por hacer.
Saludos y gracias.