EL AMOR REAL ESTRESA
¿Por qué?
Porque nos conecta con el primer trauma que experimentamos al llegar a este mundo: El amor no correspondido de mamá.
¿Por qué digo «no correspondido»?
Porque para un bebé cualquier gesto tiene una gran intensidad y de cualquier emoción negativa de mamá, él se siente culpable.
De niños, mamá es quien nos salva, quien nos mantiene con vida. Es en definitiva nuestra heroína. Todo lo imitamos y estamos a su entero servicio. Somos en pro de ella porque nuestra supervivencia depende de ella.
Lo más probable es que fueras un bebé no deseado como la inmensa mayoría de nosotros, o que no fueras exactamente lo que tus padres querían. Puede que de bebé lloraras. Puede que para no mostrar tu sexo y que mamá no se diera cuenta de que no eras del género que ella quería. Puede que rondara la idea de abortarte y ahora entres con facilidad en pensamientos de muerte. Puede que tus padres te trajeran para mejorar su relación, y tu existencia deja de tener sentido cuando ellos discuten intensamente o incluso se separan y te dices: “La vida no tiene sentido.”
Puede que de bebé te cansaras de llorar sin obtener su respuesta, o que oyeras gritos intensos entre papá y mamá, y que aprendieras a meterte en tu mundo para abstraerte. Te dices: “Así es más fácil.”
Y si tu madre tenía otros tres hijos, familia numerosa, o si sois varios hijos pequeños a la vez ¿qué tiempo crees que fue capaz de darte?
Miles de razones para que la sensación de inseguridad se apodere de ti.
Aún en el caso en el que mamá esté muy pendiente de ti y te amara desde el principio, ¿cuántas de nuestras madres en el fondo estaban tremendamente frustradas porque no se casaron enamoradas o porque no tienen la vida que hubieran deseado? ¿o sencillamente porque atravesaban un momento personal difícil? ¿Qué mirada crees que tenían contigo en muchas ocasiones?
Sé lo que estás pensando, que ese tipo de situaciones no te pueden estar afectando en este momento. Pero no nos engañemos, hasta que se produce una profunda maduración en nosotros, en la mirada de la pareja que tenemos, buscamos a mamá.
¿Y cómo se representa ese escenario con tu pareja?
Si tu madre se sentía triste con su vida y nada le hacía sentir bien, puede que aprendieras el mecanismo de hacerla reír para tratar de que fuera feliz. Y de adulto puede que hayas atraído parejas que sólo te quieren para que les diviertas. ¿Por qué permites que te usen?
¿Y cuántas veces sigues complaciendo a tu pareja con gestos que en realidad no te salen del corazón? Si observas, de fondo, ¿por qué lo haces? Porque tienes miedo a perderla. ¿Pero a quién tuviste miedo a perder por primera vez? ¿Y si además tienes celos? Al final, implica que sigues reclamando el amor que no te dieron en la infancia.
Si mentalmente te sigues yendo, si usas excusas para no estar en casa, si estás inmensamente ocupado, si te anulas, si evitas entrar en conflicto o lo buscas, si eres engañado o engañas, en realidad estás huyendo del amor.
Una mirada triste en tu pareja puede teletransportarte en el tiempo y activarte tu automaticismo primitivo, que te pondrá en disposición de repetir comportamientos impulsivos.
Y si vuelves a ser ese niñ@ y delante tienes simbólicamente a mamá, ¿crees que te apetecerá follar?
No te engañes. Vives de continuo ecos de tu infancia. En realidad, dices te quiero. No dices te amo.
Duda de las verdades que oyes en tu mente.
¿Cómo sabes que revives momentos traumáticos de tu infancia en la convivencia con tu pareja?
Porque tu comportamiento te dejará vací@ o te sumará en una profunda tristeza o una sensación de aburrimiento. En otros casos, puede que conectes con una inmensa ira, una intensa ansiedad o que te aísles.
Siendo honest@ con un@ mism@, ¿pasarías horas mirando a tu pareja? ¿Qué hay detrás de esta pregunta? ¿Quizás un gran silencio, o una respuesta rápida y segura? ¿No es real? Puede que incluso hayas desistido de la idea de tener una pareja.
¿Estás encerrado en un bucle en el que revives un trauma infantil?
¿Qué se siente en una pareja real?
En el amor real, no hay exigencias, los caminos se alinean sin esfuerzo, lo que yo quiero es lo que tú quieres sin planear nada, en los silencios se siente la conexión de los corazones, no hay incomodidad ni desconexión. Siempre presentes. Sin adicción y en plena libertad.
¿Qué historia de pareja quieres crear? ¿Eliges teatro o realidad? ¿Vida adulta o repetición de la infancia?
Regálate amor. Te lo mereces.
¿Y cómo se hace?
Para acercarte al amor, se requiere enfrentarse a los miedos y ser valiente. Puede que sientas en momentos una mezcla de deseo y de rechazo hacia tu pareja. Puede que se intercale tu niñ@ y tu adulto en tu mirada. Como en toda lucha, ¿se siente dolor? Puede que sea tremendamente intenso, con la sensación de que es capaz de hacerte enloquecer. Precisamente por eso, no muchos acceden a él.
Es todo un tesoro valioso. Fuerza a tu SER a su muerte y resurrección.
Si no siento eso con mi pareja, ¿eso implica que tengo que dejarla?
No tenemos la bolita de cristal que vea el futuro. Por suerte, creamos nuestra vida. Pero lo que sí implica es que la relación que habéis tenido hasta este momento debe morir y renacer a otra cosa.
El amor existe. Está dentro de ti si te deshaces de los miedos. Tú te lo das y se puede compartir. Por suerte, sólo depende de ti. No incluye el sacrificio.
Gracias al funcionamiento de nuestro inconsciente, la terapia te ayuda a hacerlo. Por eso, sintonízate a la vibración del amor. Conéctate a tu esencia. La razón de la vida está en el amor real.
Elige ganar la batalla al miedo. Hoy puede ser.