18
Jul
- El alma es inmortal. Nuestro cuerpo actual es tan sólo uno de una serie de cuerpos que hemos habitado.
- Cada experiencia queda registrada y no puede ser borrada. Así, todo aquello que te cuesta perdonar a otras personas se debe a que tú lo hiciste en vidas pasadas o en ésta, y aún no te has perdonado.
- La Tierra es un laboratorio donde alcanzar el amor real y un nivel de conciencia transpersonal.
- La vida son ciclos y el tiempo es circular. De este modo, las personas que se reencarnan en tu familia representan facetas de ti en tus vidas pasadas.
- En esta estructura, también reaparecen “enemigos” (víctimas o verdugos) de vidas pasadas. Gracias a los vínculos de sangre, se acercan relaciones antiguas en las que existió mucho odio para así intentar alcanzar el perdón.
- Los individuos, consciente o inconscientemente, programan sus vidas. La conducta en cada una de ellas, si generamos dharma o karma, determinará la experiencia de la siguiente. Así, forjamos nuestro propio destino. Como consecuencia de los ciclos kármicos, la intención de tus actos volverá a ti como un boomerang.
- Normalmente se cumple que a mayor intensidad de una vida, mayor número de aprendizajes.
- Cada persona elige una enseñanza principal para ser aprendida en cada reencarnación. Para ello, escoges a tus padres, pactas ciertas relaciones y algunas circunstancias que te ayudarán a concretar esa meta.
- En lo profundo de nuestra mente, existe un nivel de sabiduría superior, capaz de liberar y expandir nuestro estado de conciencia todos los días. Cuando la mente se pone en contacto con ese conocimiento, memorias guardadas durante cientos de años, son liberadas, pudiendo ser evocadas con mayor facilidad.
- Asistimos a un cambio de Era, a un cambio de paradigma.